Creación y Cambio de Mentalidad
El
cementerio fue inaugurado el 31 de mayo de 1808 siendo el primer cementerio del
Perú y de todo América latina. La iniciativa de crear el cementerio la tuvo el
rey de España Carlos IV, emitió una real cédula y el virrey Abascal se encargo
de organizar su ejecución. Los que aportaron dinero para la construcción del
cementerio fueron España, el cabildo de Lima y las familias más adineradas de
la ciudad. Por otro lado, se organizaron corridas de toros para recaudar
fondos.
El cementerio
lleva el nombre de Presbítero Matías Maestro, sin embargo no fue el nombre
original. Este cementerio comienza con el nombre “Cementerio General de Lima” o
“Panteón General” o incluso “Panteón de las Maravillas”. A través de los años
va a tener y se lo va a conocer por diferentes nombres. El nombre actual se
debe a su creador. Un arquitecto llamado Matías Maestro que también era pintor
y músico y venia de España. Por otro lado Presbítero viene ya que es un sinónimo
de sacerdote y Matías Maestro era sacerdote. La construcción antes de la inauguración
se le encarga a este señor y años después de su muerte en el siglo XIX en 1824.
Nombran este cementerio en su honor como un homenaje.
La
construcción del cementerio parte como una necesidad de la ciudad, ya que antes
de la inauguración del cementerio los entierros se realizaban debajo de las
iglesias y conventos. Esta forma de entierro trajo consecuencias muy malas para
la ciudad, como por ejemplo malos olores y el brote de epidemias y enfermedades
en la población. Esto se daba porque cuando las personas iban a las iglesias, tenían
contacto con las bacterias de los muertos y contraían enfermedades como hongos
en la piel, fiebre amarilla etc. Es por esto que se dictaminó la creación del
cementerio afuera de la ciudad.
Esto significó
un cambio de mentalidad ya que, según la iglesia y la sociedad, la única manera
de que el alma de la persona llegue a Dios era enterrándolos debajo de las
iglesias como ya fue mencionado antes. Cuando se inauguró este cementerio las
personas seguían creyendo lo mismo, el cementerio no es una iglesia por lo
tanto si entierro a alguien aquí nunca va a llegar a Dios Por eso al principio
la gente se reusaba a enterrar a sus familiares. Tuvieron que cambiar la
mentalidad y las costumbres de las personas, diciendo que el cementerio era un
campo santo.
Al ser
el cementerio una necesidad para la ciudad de lima, el cambio de mentalidad se volvió
incluso en un cambio forzado que se realiza a comienzos del siglo XIX
No hay comentarios:
Publicar un comentario